jueves, 29 de julio de 2010

Carta (desde este lado del mapa)

:
Es mi mayor deseo (si es que algún deseo me sobra) que llegue a tus manos este papel arruinado por mis palabras.
Debo informarte que de este lado del mapa el mundo es cruel y me exigen salir desnuda a las calles. Claro, no creo que seas capaz de comprenderme: en este sentido, del otro lado, de tú lado, es anormal vivir con ropa. Pero aquí es donde me encuentro yo. Desnuda, y con la obligación de mostrar a todos la deformidad en mi pecho de la que te he hablado. Claro, no creo que a ti te cause impacto alguno que la mencione, pero lo cierto es que de este lado del mapa las miradas apuntan todas a aquello que yo veo muy pocas veces. Por miedo, claro.
Toda esta gente me desagrada. Me desagradan sus figuras: ¡Son todos iguales! Ahora que pienso, mucho tienen que ver contigo. Ellos también se esconden entre palabras. Las sutiles y las políticamente correctas son las peores. Todos perfectamente cubiertos de frases y pensamientos construidos de palabras. Claro, se pierde un poco el pensamiento. Odio las palabras de este lado del mapa, y encima, yo estoy desnuda. Desprovista, disléxica. Pero... tengo pensamientos construidos con otro material. Claro, no tienes por qué comprender lo que digo, porque yo lo digo desnuda desde este lado del mapa, y tú decodificas siempre metafóricamente.

lunes, 26 de julio de 2010

automáticautomáticautomáticautomáticautomática

automática.
camino sobre arena tajante que arde,
y mi camino todo es de arena,
por lo menos en el transcurso del hoy al mañana.
automática.
abrazo el abismo,
y siento vértigo porque caigo,
y caigo porque el abismo me abusa y vacía.
automática.
siento el movimiento permanente del mundo, circular.
movimiento desesperado que no alcanzo,
y prefiero no mirar.
automática e impenetrable, me quedé muda, deshidratada, aturdida.
automática, pienso y no estoy.
estructura ausente, automática.


Hay momentos, instantes, en los que se burocratizan mis sensaciones, mis sentimientos. Claro, no importa el fin, sólo los medios: no hay un lugar al que quiera llegar, ni alguien que me espere. Hablo, porque es un deber. Me visto, porque así me lo piden. Sonrío, porque es un reflejo. Todo, pero todo, perfectamente administrado por un yo sin sentidos.

Ya lo dijo Kafka...

"Al despertarse Gregor Samsa una mañana, después de un sueño intranquilo, se encontró en su cama transformado en un monstruoso insecto..."

Ya lo dijo Kafka: la existencia es indudablemente un devenir desordenado, azaroso, incierto, un "proceso abstracto", un proceso muchas veces tortuoso e insoportable. El ser enfrentado a sí mismo, participante privilegiado del círculo vicioso deshumanizado (o demasiado humano) del sufrimiento.
¿Quién no se levantó una mañana y se sintió un despreciable insecto?
Nadie, o por lo menos, nadie consciente de su condición de humano.
Pero no sólo es el ser contra el ser, sino que además, es el ser contra el mundo. El hombre viviendo en sociedad, eso definitivamente, no es poco.

Disfruté mucho de una frase del autor del que hablo: "Escribir constituye mi única posibilidad de existencia interior" Tal vez con ese objetivo haya creado este espacio de reflexiones, observaciones, literatura, arte, y realidad social: el de exaltar mi condición de humana y compartirla con todo aquel que sea gustoso de leer mis líneas.

"Hay un punto a partir del cual ya no se puede regresar. Hay que alcanzar ese punto." F.K.