martes, 20 de diciembre de 2011

A Julia, mujer-poema

Mediodía del 6 de Agosto/ Julia a León

León, queridísimo León, olvidaste escribirme esta mañana. Siempre que te vas, olvidas taparme, siempre que te vas estoy desnuda. No me dejaste besos escritos, no me dejaste recomendaciones para el café, olvidaste escribirme esta mañana, y desnuda descubrí aquellas flores en lugar de las palabras que esperaba. Flores, León. Odio las flores. Recuerdo habértelo dicho, León: de este lado del mundo la mujer-mercancía se compra no solo con dinero, sino con estupideces (mismo delito). Sabés, la convencionalidad borra cualquier vestigio de pureza, y hace metástasis en el pequeño-burgués. Y a vos todavía te cuesta entender que el amor no es el amor. El amor es mucho más que eso. Qué te habrán dicho de vos, que ahora yo recibo tus flores. No estoy muerta, León, y además, odio las flores y el ritual. Escribirte es lindo, y también es fácil, por eso, amor, te confieso: creo haber encontrado las tierras de las que hablamos, tierras en las que puedo ser yo, Julia-miedosa sin miedos. Las diseñé a mi antojo, tu idea es preciosa, las tierras son como ríos con peces dulces y rojos, después de todo, lo inexistente se contrarresta con más absurda inexistencia. Ya pensar en tu boca en mi boca es menos tenebroso, pero prefiero mil veces tu boca en mi boca, que no me hace pensar, me hace vivir.

Madrugada de ese mismo día/ León a Julia

Julia, tan Julia como siempre, ya hemos bebido demasiado café juntos, ya deberías saber como prepararlos. Qué hermosa en la cama desnuda, en el piso desnuda, en el aire desnuda. Tan hermosa, Julia, que habrá un ramo de flores junto a la mesa, para vos. Ya te escucho enojada, ya te escucho hablar de mis hábitos burgueses heredados, Julia-combate, qué es tu histeria-historia sino el capricho de una niña. Amor, del amor no hay más nada que hablar salvo en la literatura. El amor pensado no se piensa. El amor no es el amor. Julia, vos no sos libre porque no encontraste tus tierras. El amor también nace del cuerpo: amar acostados, sentados, amar parados. Amar desnudos o semidesnudos. Amar las bocas en un beso, y su contorno cuando hablan. Amar lo que une y lo que separa. Besar más allá de los labios, besar los ojos. Besar de arriba hacia abajo, no olvidar costados. No hagas de mí una teoría, hacé de mí un juego de teorías. Aunque leerte es tan complicado Julia, mujer-poema. Tal vez no te envíe esta carta, esta noche no compartiré tanto mis palabras. Pero lo sé, Julia-anticipada, tan odiosa y ansiosa, ya escribirás una respuesta a esta carta jamás enviada.

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